martes, 16 de abril de 2013

El perfecto hijo de puta


Sí… muy hard. Me merezco que me laven la boca con jabón
.
El ser humano un día nace, crece, se convierte en niño,adolescente, adulto, anciano y fiambre. Es así como suceden las cosas, para todoslos mortales. Cuando eres un niño, y más si eres regordete o tienes gafas, los demás niños de tu clase se ríen de ti.

“Los niños son muy crueles” –Dicen los adultos.

Bien, entonces uno piensa que cuando se es adulto todas esas burlas, ofensas y humillaciones fruto de la más inocente niñez se suavizan gracias al razonamiento y al “sentido común” que proporciona el hecho de crecer, de ser más sabio y menos ignorante.

Pero un día, tienes una edad razonable, vello púbico en abundancia y sabes lo que vale un peine. Y ves que los demás “niños” siguen siendo igual de crueles, igual de humillantes y que les da igual romperte las gafas con tal de conseguir quitarte el bollicao que tu madre te ha puesto para el recreo.

La envidia, los celos, el sentimiento de inferioridad y el estar acomplejado… es un cóctel molotov que cuando estalla dentro de una persona la inunda de infelicidad y le proporciona la misión de contagiarla de al vecino, al compañero de trabajo, al panadero… y a todo aquel que cumpla la condición de tratarse de un ser más feliz que él mismo.

Seamos felices mientras podamos, con lo que podamos. Cuidemos lo que realmente merezca la pena… ¡Ah! Y protejamos todos y cada uno de nuestros bollicaos, intentando no perder esas gafas que nos proporcionan ver a esos pequeñuelos “perfectos hijos de puta” con claridad.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Quién me mandaría a mi...

Podría quejarme e ir de torturada o melancólica, pero ese rollo se lleva mucho. Casi tanto como el indie o el modernismo. Vaya dos últimos mesecitos... no recuerdo haber llorado tanto en tan poco tiempo, ni haber estado tan frustrada.

Es la primera vez en mi vida que carezco de metas. Cuento con 58 euros en la cuenta, cincuenta mil vestidos y ciento treinta y cinco mil brillos de labios. Eso sí, todos de marca. Y como diría mi amiga Vicky cuando imita a la tercera edad "de marca güena". Hoy calculaba que si no me hubiese comprado todo aquello hoy por hoy tendría hasta la posibilidad de independizarme. Y ojo, que eso es un lujazo, casi como tener trabajo teniendo "incluso" una carrera.

Seguramente otros en mi lugar estarían disfrutando de su ociosidad, pasándose todo el día examinando sus genitales con detenimiento. Pero los míos los tengo muy vistos, y desde hace años no sufren prácticamente variaciones. Entonces, ¿para qué mirar?

He comido mal, he dormido mal, he pasado frío, he aguantado "memeces", he limpiado cacas y pises ajenos de niños diabólicos... He estado a miles de kilómetros del amor de mi vida, dándome cabezazos en la cabeza por ser tan tonta de tomar la decisión de una vida separada de la suya. No he hecho "pechiochidades", he sido célibe por necesidad, y no he podido poner la calefacción.

"Mal, Marichu, mal" repetía mi cabeza cada día, no queriendo reconocer que había simplemente fracasado. Por una vez en mi vida se me había dado un ¡zas! en toda la boca. Y muy bien merecido...

Y sí, al fin abandoné. Es mejor una retirada a tiempo que una derrota segura, o eso dicen, ¿no? Eso hice, poner un punto y seguido construir por donde lo dejé.

Al pisar el aeropuerto y al ver la cara de mi madre, oler mi casa, ver comida saludable en la nevera y en conclusión sentir que había gente que me quería esa idea de "fracaso falso" se disipó por completo.

Cuando pude escribirle la frase de "te veo este fin de semana", cuando abrí la puerta y estaban mis dos pequeñas con un gel y una bolsa de M&M's que no tenía que reponer... en fin, felicidad en estado puro.

Y efectivamente, sigo con 58 euros en mi cuenta, sin trabajo, sin rumbo. Pero con salud, amor y todo lo necesario para levantarme cada día e ir a por todas. No todo el mundo tiene una madre que te da un beso te buenos días y te dice que te quiere, pese a tener una hija que por las mañanas es lo más parecido a un trol.

Por un momento, olvidé los abrazos existían. 

sábado, 18 de agosto de 2012

¿Words?


Hace mucho que no plasmas todo lo que sientes por mí, hace mucho tiempo que no me dices lo muchísimo que me quieres, lo guapa que soy, los ojos tan bonitos que tengo. Hace mucho que no me dices lo bien que me sienta el vestido rojo, que te sorprende que mi pelo sea suave, o que siempre huela bien (a lady Madrid)

Mucho desde que te hacía que me pusiese las sandalias rojas, esas que te parecen “sexys” y que me dan cierto aire de “putita con clase”.

Pero ayer fue la última vez que no pudiste dormir sin cogerme la mano, aunque hiciese un calor subsahariano. Apenas unas horas que te has quedado dormido en mi pecho, oyendo los latidos de mi corazón.  Una noche que no me has llevado a la cama en brazos porque me he quedado en el sofá. Dos horas que me suplicas con esos ojos oscuros que no me vaya.

Y yo me pregunto, ¿teniendo hechos para qué queremos las palabras?

RELATIVO


Hoy, ahora tengo ganas de llorar.  Hoy me he siento heroína, traicionera, egoísta, valiente y cobarde. Suele pasar que cuando más maduro, grandioso y fuerte te sientes a la vez te sientes muy miserable. Es paradójico. Y todo ello gira en torno a las decisiones al dichoso “arte” de vivir la vida que tan pocos tienen. Eres niño, luego adolescente y piensas que cuando llegue cierta edad, cuando seas adulto, madurarás y todo está bajo control.  

Que llegará un momento que serás tan sabio que sabrás qué hacer en cada momento. Pero no es así, ese momento jamás llega.

Te esfuerzas por hacer el bien, por ser feliz y descubre que hagas lo que hagas nunca serás la lluvia que agrade a todo el mundo que quieres empapar. Que ese equilibrio que persigue sólo se forma con los desequilibrios y los parches que vas poniendo a tus equivocaciones. Que lo perfecto no existe, que lo correcto es relativo. Y que para lo que a uno “sabe bien” a otro le sabe asqueroso. Como los helados. 

Jamás me comería un helado de pistacho, y a mi mejor amigo el que se ha puesto unas mechas horteras y horrorosas le encanta.

Doy un paso, y alguien llora, otro lo premia, otro odia que lo de. Por lo tanto, cada paso lo forma uno, cada rumbo es privado. Y en definitiva, cada uno nace solo y solo se muere.
Ni todo el mundo es bueno ni todo el mundo es malo. Yo a veces me despierto buena y me duermo siendo un demonio y viceversa. Sigo con ganas de llorar. Tengo miedo, ilusión, alegría y pena.

Y la pregunta es ¿merece la pena? Quizás sí, quizás no. Todo es relativo.

martes, 14 de febrero de 2012

Paz.

Recuerdo que no podía parar de llorar. La respiración era incontrolable, los temblores, la desesperación. La necesidad de encontrar alguna droga o luz que me sacase de esa miseria en la que me encontraba hundida.
Y como siempre llegaste tú. En el peor momento, mi ángel de la guarda.


Al principio, pese a tus palabras no podía expresarte todo lo que me rompía por dentro. Pero el simple timbre de tu voz ya rescató mis pensamientos de un mundo lleno de negatividad y los condujo a la esperanza. Así eres tú. Tu presencia es sinónimo de buen humor, será que por eso, lo tengo asociado y el hecho de solamente oírte me calma.


Dejaste que contase mi historia. Había sido un encontronazo horrible. Mientras te relataba los hechos iba auto contestándome en lo que podía estar a favor o a mi contra, analizando qué cosas podía haber hecho mal para merecerlo y por otro lado qué cosas había hecho bien para desmerecerlo.


Ni quisiste oírlo. No te importaba. Me conocías, sabías quién era yo. Conocías mis defectos y virtudes al dedillo y pese a todo me aceptabas. Me pediste que no justificase nada, que contigo no hacía falta. Que todo lo que me había pasado ya era parte del pasado, sin darme cuenta ya no existía, sólo era un mal recuerdo.


Y que ahora teníamos que idear un gran plan de supervivencia positivo. Que al fin y al cabo, eso era lo único que importaba. Poco a poco dejé de llorar, gastaste un par de bromas. Hasta acabé riendo.


Conseguiste ahuyentar todas las malas sensaciones psíquicas y físicas (toda la discusión me había provocado un terrible dolor de cabeza) y poco a poco... entre las risas y las lágrimas viejas aún un poco estancadas en las curvas de mis mejillas me empezó a inundar la sensación que siento al oír tu voz, al quedarme dormida a tu lado viendo la película de turno. Película que jamás veo.


Me inundó esa sensación tan necesaria para el alma llamada Paz. Y sólo tú, mi ángel eres capaz de dármela.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Amores eternos que duran un corto invierno.

Harta de que el cine nos muestre el amor en forma de dos adolescentes vampiros con falta de sal y color, o un macarra y una colegiala que tras compartir un Malibú con piña, dos helados de fresa y un beso se juran amor eterno.


Es cierto que también hay excepciones, grandes películas como "Los puentes de Maddison" cuyos protagonistas son adultos (muy adultos).
Pero al fin y al cabo es lo mismo. Mostrar el amor como pasión, una aventura que nos hace salir de la rutina, nos hace volar y a veces perder el norte. 

Y sí, el amor tiene muchos componentes así, locos y pasionales. Elementos que lo distinguen de la amistad.

Luego nos extrañamos de la cantidad de historias fracasadas, divorcios y separaciones. Y es que, lo único que aprendemos con lo que nos venden como "amor" y no sólo en el cine, en la literatura también, es que es sinónimo de alegría, pasión y el "estar a tu lado cuando todo está perfecto". 

Y partiendo de la base de que cada vez nuestra sociedad es más egoísta, no miramos ni por nuestra madre antes que por nosotros no estamos dispuestos a sacrificar nada por otra persona. "Amamos" mientras nos beneficie a nosotros, mientras no tengamos que beneficiar más a una persona que a nuestro propio ego. 

Y todas esas películas o libros comparten algo. En ellas se prometen siempre el llamado"amor eterno."

¿Y qué hay de ese amor eterno? ¿Quién te cuenta cómo es la vida de Mario Casas y María Valverde cuando tienen cincuenta u ochenta años y se les ha nivelado un poco más el nivel de testosterona y el exceso de oxitocina? ¿Por qué no se muestran las dificultades y obstáculos que superan las parejas y que ese hecho es lo que en realidad fabrica un amor real? Supongo porque es más atractivo mostrar a Mario Casas y a María Valverde en plena juventud y belleza. Desde siempre la belleza atrae (no seamos hipócritas) 


Porque es más fácil "quererse" cuando todo es bello y nuevo, cuando hay 7/7 raciones de sexo semanales y estás tan ocupado con eso que no te molestas en averiguar si existen virtudes o defectos. Y cuando descubres estos últimos, por supuesto, huyes. 

Necesito testimonios reales de personas que de verdad son partícipes en este amor eterno. Necesito saber que existe. Si no, tendré que averiguarlo por mi misma. Yo hoy por hoy confío en que lo haré, y que lo complicado sea encontrarlo, como los tesoros. 

Pese a que la arruga sea bella, no vende. 

sábado, 19 de noviembre de 2011

Eres.

Es que eres la mejor sensación, 
los besos sin miedo amor como los de los niños.
Y es que siento que eres superior, 
que me haces guapo y que puedo irme a volar contigo.


Eres esa mano suave que me cuida.
Eres una realidad en mi interior.
Eres todo lo que alguien imagina, tener cerca, alrededor.
Eres paz, eres león.